Aprende a hacer buenas preguntas para mantener la conversación

¿Quieres convertirte en el alma de toda conversación? ¡Aprende a hacer buenas preguntas y nunca más te quedarás sin palabras! Descubre los secretos para mantener una charla interesante y cautivadora en todo momento. Sigue leyendo y conviértete en un experto conversador en un abrir y cerrar de ojos. ¡La clave está en hacer las preguntas correctas!

Aprende a hacer buenas preguntas para mantener la conversación

No todo el mundo sabe cómo hacer buenas preguntas.

Si bien parece un concepto bastante fácil, hacer buenas preguntas es un oficio que requiere tiempo y esfuerzo para perfeccionarlo. Probablemente te hayas hecho la pregunta equivocada de vez en cuando. Está bien, ahora estás aquí para aprender.

Una vez que domines este arte, tendrás una poderosa herramienta disponible. Hacer las preguntas correctas es crucial para un buen flujo de conversación y eficiencia.

¿Cuál es una buena pregunta?

Aprende a hacer buenas preguntas para mantener la conversación

Podría pensar que una buena pregunta devuelve la respuesta correcta la primera vez

Puede pensar que una buena pregunta devuelve la respuesta correcta la primera vez que pregunta. Eso es cierto si está preguntando cómo llegar a la autopista o cómo tomar su nueva receta.

En lugar de preguntar lo mismo varias veces de varias maneras, las buenas preguntas van directamente al grano. Son concisos y descriptivos, pero no demasiado prolijos. Cuando haces una buena pregunta, la persona con la que estás hablando entiende exactamente lo que quieres decir.

A veces necesitas este tipo de pregunta cuando hablas con otros miembros del equipo. Las preguntas claras pueden aclarar los plazos y descubrir quién es el responsable o qué proveedor ya ha firmado.

Las buenas preguntas evitan confusiones.

Una gran pregunta, por otro lado, devuelve más información. Si hace una gran pregunta, obtiene información valiosa que lo ayuda a comprender mejor un problema o ver una oportunidad de la que no estaba al tanto.

Las grandes preguntas permiten que la conversación fluya con facilidad. No siempre son rápidos, aunque pueden ser eficientes. ¿Alguna vez has estado cerca de alguien que de alguna manera siempre llegaba directamente al meollo del asunto, incluso cuando hablaba con extraños? No obtienes eso buscando respuestas sí/no.

Para comprender qué hace que una pregunta sea excelente, es útil conocer los diferentes tipos de preguntas:

  • Las preguntas abiertas dejan espacio para más discusión y exigen más explicaciones. Estas son preguntas que no permiten que el respondedor dé respuestas simples de “Sí” o “No” o respuestas cortas. Aquí hay un ejemplo de lugar de trabajo:

    ¿Cómo te sientes acerca de las nuevas actualizaciones de políticas en el trabajo?

  • Las preguntas de seguimiento le permiten profundizar en el tema y ampliar la conversación. Por ejemplo, al hablar con un amigo sobre su planificación familiar, podría preguntar:

    ¿Cómo reaccionarías si tu pareja te dijera que está embarazada?

  • Las preguntas capciosas provocan una respuesta específica y dirigen la conversación en una nueva dirección. Puede preguntarle a su pareja lo siguiente sobre una propiedad de alquiler:

    ¿No te encantó la casa con la piscina grande?

No existe una fórmula universal para hacer buenas preguntas porque depende del autor de la pregunta y del contexto.

¿Qué te hace un buen hacedor de preguntas?

No importa qué tipo de pregunta estés haciendo si te lleva a la información que necesitas. Pero para hacer eso, necesita saber qué tipo de información está buscando y quién es la mejor persona para preguntar.

Aquí hay tres cualidades que definen a un buen formulador de preguntas:

1. Curioso

Buscar información interesante requiere pensamiento crítico. Un buen interrogador es curioso ante todo. Se mueven más allá de lo básico y buscan nueva información. Sus preguntas incitan al respondedor a pensar fuera de la caja y dar respuestas bien pensadas.

Al considerar cómo responder a alguien con una pregunta curiosa, intente llevar su reacción inicial un paso más allá. Por ejemplo, en lugar de preguntar “¿Cómo estuvo tu día?” Podrías preguntar: “¿Cuál fue tu parte favorita de hoy y por qué?”

2. Propósito

Un buen interrogador sabe que todo está en la preparación. Sea intencional. Elija sus palabras con un propósito y asegúrese de preguntar en el momento adecuado. Antes de lanzarte a hacer tu pregunta, piensa detenidamente por qué la haces. Tenga en cuenta lo que espera aprender de la respuesta.

Nunca obtendrás la respuesta que estás buscando si no sabes por qué estás preguntando.

3. valiente

Una característica fundamental de un buen interrogador es la valentía. Incluso si la pregunta altera algunas plumas, debe hacer la correcta para ganar claridad. A veces las personas no hacen preguntas específicas porque tienen miedo de lo que los demás puedan pensar o decir. Puede ser angustioso ponerse de pie y usar su voz para hacer preguntas difíciles.

Aprende a hacer buenas preguntas para mantener la conversación

¿Cómo puedes empezar a hacer mejores preguntas?

La comunicación efectiva es vital para todas las relaciones. Aprender qué preguntas hacer puede mejorar la forma en que trabaja con los miembros del equipo, sus habilidades de liderazgo y la forma en que se comunica con sus seres queridos.

Aquí hay nueve consejos sobre cómo puede comenzar a hacer mejores preguntas:

1. Sea un buen oyente

Cuando alguien te dé una respuesta o te explique algo, presta atención.

Si no escucha correctamente, es posible que se encuentre haciendo preguntas que ya han sido respondidas. Al concentrarse en escuchar, evitará hacer preguntas generales para las que probablemente debería saber la respuesta.

Cuando alguien más esté hablando, haz contacto visual y usa el lenguaje corporal, como asentir e inclinarte para mostrar que entiendes y estás comprometido.

2. No tengas miedo de tus preguntas

Si está confundido acerca de algo, tiene todo el derecho de pedir claridad. Tal vez es la primera vez que prueba una nueva receta o realiza una tarea y desea hacerlo correctamente. Las preguntas incorrectas no existen, especialmente si nunca has hecho esto antes. Piénsalo de esta manera: si no haces tu pregunta, puedes cometer algunos errores fácilmente evitables.

3. Haz tu investigación

¿Entiende completamente lo que está preguntando y por qué? Puede parecer redundante, pero asegúrese de saber lo que está preguntando. Mejore su enfoque centrándose en lo que le confunde.

Piense en sus intenciones para que pueda elaborar preguntas que le den respuestas significativas. Considera lo siguiente:

  • ¿Buscas datos o una opinión?
  • ¿Qué tan formal o informal tienes que ser al plantear tu pregunta?
  • ¿Está buscando confirmación o conocimiento, respuestas o explicación?
  • ¿Sabes lo que encontrarás o la información te sorprenderá?
  • ¿Está buscando puntos en común o empatía de la otra persona?

Si su pregunta es demasiado vaga o confusa, no obtendrá la respuesta que necesita. Las personas no pueden responder preguntas correctamente si no las configura para tener éxito. Sumérgete en tu tema y no tengas miedo de ir más allá de una pregunta superficial.

4. Ve a donde te lleve la conversación

Todo el mundo se sale del tema a veces, pero eso no siempre es algo malo. La conversación puede fluir en muchas direcciones diferentes antes o después de que se responda su pregunta. En lugar de entrar en pánico y pensar que solo tiene que discutir la pregunta, vea a dónde va la conversación.

Es posible que descubra que la conversación genera preguntas de seguimiento o respuestas a las preguntas que planeaba hacer antes de expresarlas. Trate de relajarse y no piense que cada instancia de hacer preguntas tiene que ser formal.

5. Usa el silencio a tu favor

No se supone que hacer preguntas sea una conversación acelerada. Hacer una pausa para escuchar entre las respuestas le da tiempo para pensar en lo que se dijo y hacer mejores preguntas de seguimiento.

No se sienta presionado a responder rápidamente. Las respuestas rápidas pueden alterar el flujo de la conversación. No querrás sentirte apurado o apurar a los demás, así que aprende a sentirte cómodo con el silencio y date tiempo para pensar.

Aprende a hacer buenas preguntas para mantener la conversación

6. Haz preguntas de sondeo

Las preguntas de sondeo son excelentes para promover el pensamiento crítico, aprender algo nuevo o comprender cómo piensa una persona.

Una pregunta que involucre y anime a la otra persona a explorar sus pensamientos demuestra que tienes curiosidad por lo que tiene que decir. Y hacer preguntas que fomenten la exploración de emociones e ideas conducirá a conversaciones más fructíferas.

Aquí están algunos ejemplos:

  • ¿Cuál crees que es la mejor solución para el desarrollo de nuevas aplicaciones?
  • ¿Cómo decidiste que este era el curso de acción correcto?
  • ¿Qué temes que pase si hacemos esto?
  • ¿Qué haremos si nuestro peor escenario se hace realidad?

7. Mantén tus preguntas cortas

Una pregunta larga muestra una falta de autoconciencia. Puede terminar confundiendo a alguien más de lo que debería. Desea proporcionar suficientes detalles en su consulta que resuma lo que está buscando en respuesta, pero nada abrumador.

La persona a la que le estás preguntando solo debería escuchar tu pregunta una vez, no tres o cuatro veces. Centrarse en hacer preguntas abiertas en una oración aún puede establecer una buena conversación.

8. Obtenga su secuencia correcta

Tener empatía por la otra parte. No todos pueden abrirse de inmediato y responder preguntas personales con facilidad. Por eso debes saber cuánta confianza tienes con la persona y tener en cuenta sus sentimientos.

Si tiene una conversación larga con mucho que cubrir, piense un poco en el orden de sus preguntas. Es posible que no desee comenzar con preguntas delicadas o desafiantes. Comience por hacer preguntas básicas y fáciles antes de entrar en cuestiones emocionales.

9. Utiliza el tono adecuado

Todas las preguntas tienen diferentes propósitos y significados detrás de ellas. Algunos son serios, mientras que otros son alegres y divertidos. Es importante saber cuándo debes tener un tono profesional o serio y cuándo puedes ser casual.

Ser flexible y ajustar tu estilo es clave. Ser demasiado formal en cada situación puede hacer que las personas se sientan incómodas e inhibir su disposición a compartir información. Cuando haga su próxima pregunta, tome nota de las vibraciones en la habitación o con la persona con la que está hablando.

Qué evitar al hacer preguntas

Establecer el tono correcto es clave para que el respondedor se sienta lo suficientemente cómodo para responder honesta y completamente. Aprender a aprovechar su inteligencia emocional y leer la habitación son excelentes maneras de mejorar la calidad de la conversación en su vida profesional o privada.

Cuando aprendemos habilidades de comunicación que hacen que la otra persona se sienta segura, desarrollamos relaciones más profundas con amigos, socios y colegas y lideramos equipos de personas más fuertes.

Aquí hay tres cosas que debe evitar al hacer preguntas:

Aprende a hacer buenas preguntas para mantener la conversación

1. Evita las preguntas capciosas

Una pregunta capciosa ya supone una respuesta. Las personas que hacen preguntas capciosas normalmente quieren confirmar lo que ya saben. Si bien es inofensivo en algunas situaciones, no deja espacio para diferentes respuestas o nueva información.

El poder de las preguntas es aprender algo nuevo de la respuesta. Trate de no llevar a alguien a una respuesta específica si su opinión puede ser valiosa. Mantenga su pregunta clara, simple y, cuando pueda, libre de prejuicios.

2. No ignores las señales claras

Aprender a hacer buenas preguntas requiere leer la sala y captar las señales verbales y no verbales que nos envía el respondedor.

Responder preguntas no siempre es fácil, y eso se puede notar. Presta atención al lenguaje corporal de la persona. ¿Está su cuerpo apuntando hacia ti o está de espaldas? ¿Mantienen el contacto visual o evitan mirarte? ¿Su tono, velocidad y volumen sugieren que se sienten cómodos o angustiados?

Si la otra persona te muestra que se siente incómoda, respeta su espacio; de todos modos, es probable que no obtengas respuestas buenas ni honestas. Hacer que la persona se sienta incómoda no generará confianza ni lo ayudará a aprender la información que necesita.

Debe aprender cuándo usar la asertividad como técnica de interrogatorio si alguien parece estar reteniendo la información necesaria. Ser insistente con un empleado que sospecha que está mintiendo no tendrá el mismo efecto que ser implacable con alguien que comparte una experiencia vulnerable.

3. No hagas preguntas de “Sí” o “No”

Las preguntas cerradas que solo requieren una respuesta de “Sí” o “No” son excelentes para confirmar información, no para avanzar en una conversación. Para que la conversación fluya, haz preguntas que animen a tu compañero de conversación a explorar y desarrollar ideas.

Puede convertir fácilmente preguntas cerradas en abiertas. Por ejemplo, en lugar de preguntar “¿Te gustó la película?” podrías preguntar “¿Qué pensaste sobre la película?”

Avanzando

Nadie se convierte en un conversador experto de la noche a la mañana. Pero aprender a hacer buenas preguntas y esperar pacientemente la respuesta son pasos importantes para mejorar sus habilidades de comunicación.

Hacer preguntas directas pero abiertas aclara sus expectativas y ayuda al oyente a responder adecuadamente. Evite preguntas capciosas o cerrar la conversación después de su respuesta. En cambio, use sus habilidades para hacer preguntas para formar conexiones genuinas y mejorar sus relaciones, tanto en el trabajo como en el hogar.

Error 403 The request cannot be completed because you have exceeded your quota. : quotaExceeded



Aprende a hacer buenas preguntas para mantener la conversación

Aprende a hacer buenas preguntas para mantener la conversación

¿Alguna vez te has encontrado en una conversación en la que parece que no fluye? ¿Te gustaría saber cómo
mantener una conversación interesante y enriquecedora? Aprender a hacer buenas preguntas es la clave para
mantener la conversación viva y estimulante. Aquí te presentamos algunas de las preguntas más frecuentes que
puedes utilizar para mantener la conversación:

Preguntas abiertas:

Las preguntas abiertas son aquellas que no pueden ser respondidas con un simple “sí” o “no”. Estas preguntas son
ideales para iniciar una conversación y fomentar que la otra persona se exprese. Algunos ejemplos de preguntas
abiertas pueden ser:

  • ¿Qué opinas sobre…?
  • ¿Cómo te sientes acerca de…?
  • ¿Cuál es tu experiencia con…?

Recuerda que las preguntas abiertas invitan a la otra persona a desarrollar su respuesta y generar un diálogo
interesante.

Preguntas de seguimiento:

Las preguntas de seguimiento son aquellas que se realizan para obtener más detalles sobre un tema específico.
Estas preguntas muestran interés genuino por la otra persona y su respuesta, lo que ayuda a mantener la
conversación fluida. Algunos ejemplos de preguntas de seguimiento pueden ser:

  • ¿Podrías darme más información sobre…?
  • ¿En qué sentido…?
  • ¿Qué te hizo pensar eso?

Puedes utilizar estas preguntas para profundizar en el tema y mantener la conversación interesante.

Preguntas de opinión:

Las preguntas de opinión son excelentes para generar debates y reflexiones. Estas preguntas invitan a la otra
persona a expresar su punto de vista y le permiten compartir sus experiencias y conocimientos. Algunos ejemplos
de preguntas de opinión pueden ser:

  • ¿Cuál es tu opinión sobre…?
  • ¿Qué crees que podría mejorar en…?
  • ¿Cuál crees que es la importancia de…?

Recuerda siempre respetar las opiniones de los demás y estar abierto a diferentes perspectivas.

Preguntas personales:

Las preguntas personales permiten conocer mejor a la otra persona y establecer una conexión más profunda. Estas
preguntas demuestran interés por su vida y experiencias. Algunos ejemplos de preguntas personales pueden ser:

  • ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
  • ¿Cuál es tu mayor logro personal?
  • ¿Cuál es tu lugar favorito para viajar?

Recuerda que las preguntas personales deben ser realizadas con tacto y respeto, evitando invadir la privacidad de
la otra persona.

¡No temas hacer preguntas! Las preguntas son la herramienta perfecta para mantener una conversación interesante
y enriquecedora. Enfócate en escuchar activamente las respuestas y muestra interés genuino por la otra persona.
Recuerda que cada conversación es una oportunidad para aprender algo nuevo y conectar con los demás.

Fuentes:

Conversación – Wikipedia

Deja un comentario