Resolviendo el dilema del desarrollo de liderazgo

por el Dr. Damian Vaughn, director de programas de BetterUp

Las organizaciones de hoy enfrentan un desafío común: luchan por desarrollar líderes del mañana.

El ritmo de cambio en los negocios es vertiginoso. Las tecnologías avanzadas continúan remodelando los modelos comerciales, las expectativas de los clientes y empleados y las industrias enteras, creando un lugar de trabajo complejo e incierto. Las organizaciones necesitan un nuevo tipo de líder para enfrentar estos desafíos y oportunidades, uno con habilidades y capacidades más allá de las del pasado.

Pero mientras los líderes de L&D reconocen estas nuevas necesidades de liderazgo, los esfuerzos tradicionales de aprendizaje y desarrollo están fallando. De hecho, solo 14% de los directores ejecutivos dicen que tienen el talento que necesitan para ejecutar sus estrategias comerciales.

Para resolver este dilema de desarrollo de liderazgo, las organizaciones deben repensar su enfoque de desarrollo y preguntarse: ¿cuáles son las habilidades más importantes para los líderes del futuro y qué se necesitará para desarrollarlas?

Si bien los principios tradicionales de liderazgo siempre serán importantes, los líderes efectivos del futuro requieren más: el desarrollo de fuertes habilidades blandas, como la resolución de problemas, la influencia, la comunicación y el entrenamiento. Según un estudio de Deloitte, El 92 por ciento de los ejecutivos califican las habilidades blandas como una prioridad crítica para operar en el dinámico entorno empresarial actual.

He aquí un ejemplo de por qué: las demandas de los empleados hoy en día pueden crear mucha turbulencia emocional y tensión en el lugar de trabajo. Esto lleva a los empleados a volverse autoprotectores, priorizando sus propios intereses sobre los objetivos del equipo u organización. El desempeño se debilita, la gente se va y la cultura se erosiona.

Los líderes necesitan una fuerte inteligencia emocional, como la empatía y las habilidades interpersonales, para ayudar a generar confianza y compromiso en tiempos difíciles. Ser capaz de expresar preocupaciones empáticas sobre las dificultades ayuda a las personas a sentirse comprendidas y muestra transparencia, lo que puede restaurar el compromiso.

Otras habilidades blandas, como la conciencia situacional, la tolerancia al riesgo y tener una mentalidad de crecimiento, ayudan a los líderes a navegar, e incluso prosperar, con el cambio. Son más capaces de tolerar la ambigüedad, tienen una mayor conciencia de su entorno y se flexionan cuando las condiciones fluctúan.

Los gerentes de todos los niveles hoy en día también necesitan la capacidad de crear equipos altamente efectivos, evaluar el ajuste y crear alineación en medio de necesidades y prioridades cambiantes. Las habilidades blandas como la comunicación, la influencia y la resolución de problemas son clave para impulsar el rendimiento y prevenir el agotamiento, tanto para ellos como para los miembros de su equipo.

Si bien las habilidades blandas son primordiales, son una escasez en el mercado. Adecco Staffing informa que 44 por ciento de los ejecutivos dijo que la falta de habilidades blandas es la mayor brecha de competencia en la fuerza laboral de EE. UU. en la actualidad.

Esto no es sorprendente. La mayoría de los programas de desarrollo de liderazgo no están configurados para brindar la estructura o el apoyo que permita un crecimiento real, especialmente en el área de habilidades blandas.

Piense en sus propias experiencias de aprendizaje y desarrollo. La mayoría de nosotros hemos asistido a un seminario de cuatro horas para desarrollar una habilidad o participado en un taller de desarrollo profesional. La medida principal del éxito de esos programas se basó en si se presentó y si completó un formulario al final del taller.

Si bien estos enfoques pueden ser eficientes y rentables, esta no es la forma en que aprendemos y crecemos. Los programas de aprendizaje episódico centrados en la transferencia de conocimientos sobre una habilidad de liderazgo en particular, especialmente para las habilidades blandas, simplemente no se mantienen. De hecho, los estudios muestran que la mayoría de las personas olvidan el 90 por ciento de lo que aprenden en una sola sesión dentro de un mes y el 60 por ciento en solo un día. Incluso los programas de liderazgo de varias fases no brindan el refuerzo necesario para un cambio de comportamiento real.

Los líderes deben desarrollarse, no solo capacitarse. Las habilidades blandas en particular son complejas. Toman tiempo para desarrollarse y requieren práctica y reflexión en el contexto del trabajo. Pienso en mis días en la NFL. Los grandes jugadores no mejoraron ni crecieron sin una receta de práctica diaria, experimentación guiada, retroalimentación personalizada y refuerzo constante.

Las organizaciones necesitan un nuevo modelo para el desarrollo del liderazgo en el lugar de trabajo, uno que tenga los ingredientes que permitan un crecimiento significativo y pueda escalar para respaldar a todos los gerentes, desde ejecutivos hasta supervisores de primera línea.

En mi próximo blog, discutiré cómo las organizaciones pueden repensar su enfoque para el desarrollo del liderazgo y definir lo que se necesita para desarrollar con éxito a los líderes que necesitan mañana, hoy. Es hora de darle a su gente la oportunidad de convertirse en los mejores líderes que puedan ser.