Qué es el sesgo egoísta y 6 consejos para superarlo

¿Te has preguntado alguna vez por qué siempre pareces tener razón y los demás están equivocados? Puede que estés cayendo en una trampa muy común: el sesgo egoísta. En este artículo te explicaremos qué es y te daremos 6 consejos infalibles para superarlo. ¡No te lo pierdas!

El sesgo egoísta también se conoce como sesgo de atribución egoísta. El término se refiere a las personas que racionalizan sus propios éxitos atribuyéndolos a factores internos como habilidades y talentos. Por el contrario, racionalizan sus fracasos atribuyéndolos a factores externos como la suerte o el azar.

En otras palabras, es más probable que nos atribuyamos nuestros éxitos y culpemos a otros por nuestros fracasos (o nuestras circunstancias cuando las cosas van mal).

A pesar de lo común que es, el sesgo egoísta puede afectar negativamente el rendimiento, la moral y la cultura de la empresa.

Siga leyendo para saber de dónde viene y qué puede hacer para reducirlo.

¿Qué es un sesgo egoísta?

Un sesgo egoísta es un fenómeno psicológico común. Nos lleva a distanciarnos de los resultados negativos al culpar a los factores externos y atribuir los resultados exitosos a nuestras propias habilidades y rasgos positivos.

Lo opuesto al sesgo egoísta es el sesgo modesto. Esto es cuando minimizamos nuestros logros e internalizamos nuestros fracasos. Así como el sesgo egoísta está arraigado en la verdad, también lo está la modestia. Podría ser exacto que podríamos haberlo hecho mejor, trabajado más duro o no haber presionado el botón de repetición.

Estos sesgos tienen que ver más con cómo internalizamos estas explicaciones y cómo influyen en nuestro comportamiento futuro. Las atribuciones externas e internas inexactas impactan negativamente en nuestro lugar de control. Empezamos a sentir que ya no tenemos el control de lo que nos sucede.

Podríamos justificar nuestro sesgo modesto como una fuerte ética de trabajo o perfeccionismo, pero puede dañar la autoeficacia y la autoestima. Existen diferencias culturales en la probabilidad de ambos sesgos. Los sesgos modestos tienden a ser más frecuentes en las culturas colectivistas.. Las culturas individualistas o altamente competitivas tienden más hacia el sesgo egoísta.

Motivaciones del sesgo egoísta

El sesgo egoísta puede provenir de una variedad de escenarios específicos que incluyen género, antecedentes culturales y edad. Sin embargo, en general, existen temas o circunstancias comunes que rodean este sesgo cognitivo. Estos se pueden dividir en dos categorías: automejora y autopresentación.

Auto-mejora

Esto se relaciona con el mundo interno de un individuo, cómo se ven a sí mismos. Un sesgo egoísta puede ayudar a preservar la opinión de una persona sobre sí misma y su propia imagen. Es una forma de autoconservación a nivel interno.

Autopresentación

La autopresentación, por otro lado, se correlaciona con la forma en que otras personas ven a los individuos o cómo se presentan a sí mismos. El sesgo egoísta ayuda en la capacidad de continuar salvando las apariencias cuando las cosas no funcionan a su favor.

¿Qué causa el sesgo egoísta?

Como mencionamos anteriormente, El sesgo egoísta puede ser causado por una variedad de factores. Algunos juegan un papel más importante en el sesgo que otros, gastando en rasgos individuales. Estos son algunos factores comunes que afectan el sesgo de autoservicio:

Edad

Cuando consideramos la edad como un factor en la expresión del sesgo egoísta, se observa como un factor fluctuante. La magnitud de este sesgo que ejerce un individuo aumenta y disminuye con el tiempo. Los niños pequeños a menudo tienen niveles más altos de sesgo egoísta que los adolescentes, por ejemplo. Y esto aumenta en oleadas con el tiempo hasta la edad adulta.

Cultura

Aunque hay poca evidencia definitiva que destaque el impacto que tiene la cultura en el sesgo egoísta, los investigadores están profundizando más en esta área. Se sugiere que las diferencias entre las culturas colectivas frente a las comunidades individualistas pueden influir en la prevalencia del sesgo egoísta.

Género

El género es un factor ampliamente discutido para el sesgo egoísta. Hay poca evidencia reciente que marque claramente la línea entre el género como el principal diferenciador. Pero vale la pena mencionarlo aquí, ya que continúa siendo estudiado y considerado como un posible factor contribuyente.

La influencia del locus de control en el sesgo egoísta

Dentro de estos dos cubos hay diferentes escenarios e influencias, que van desde la edad y el género hasta las diferencias culturales. Una de las principales causas del sesgo egoísta es el lugar de control de una persona. Este lugar de control se refiere a cuánto control o influencia cree tener un individuo sobre su vida y su entorno.

Las personas con un fuerte locus de control interno tienden a asumir la responsabilidad de sus acciones y contribuyen con sus éxitos a sus esfuerzos. Sin embargo, aquellos con un locus de control externo más fuerte tienden a atribuir sus logros a fuerzas fuera de su control, como la suerte. También tienden a sentirse menos capacitados para hacer cambios o asumir la responsabilidad de sus circunstancias.

Como mencionamos, atribuir incorrectamente sus éxitos o fracasos puede afectar su lugar de control. Y a la inversa, el locus de control de un individuo puede influir en cómo atribuye estos mismos éxitos y fracasos. Es menos probable que alguien con un locus de control interno más fuerte experimente un sesgo egoísta que alguien con un locus de control externo.

Qué es el sesgo egoísta y 6 consejos para superarlo

Cómo la cultura de la empresa afecta el sesgo egoísta

¿Cómo es una cultura de trabajo saludable y psicológicamente segura?

Si piensas en un lugar donde las personas se sientan cómodas hablando, compartiendo abiertamente y poniendo todo su ser en el trabajo, estarías en lo correcto.

Pero hay otra parte de un lugar de trabajo saludable: la capacidad de reconocer sus errores y deficiencias. No solemos hablar de esa libertad para fallar, pero cuando no está presente, es casi imposible tener una seguridad psicológica real en el trabajo. Cuando falta, la gente tiene miedo de admitir sus errores, culpándolos en cambio a factores externos para proteger su posición en el grupo.

Ejemplos de sesgo egoísta en el lugar de trabajo

Imagina que llegas tarde al trabajo. Irrumpiste en la puerta, sin aliento.

“Lo siento”, jadeas. ¿Que viene despues?

Si dice: “Debería haberme ido antes”, está asumiendo la responsabilidad de llegar tarde. Pero lo más probable es que culpe al tráfico, a su cónyuge oa su despertador antes de admitir que podría haber hecho algo diferente. Este es un claro ejemplo de un sesgo egoísta en acción.

Echemos un vistazo a algunos otros ejemplos de sesgo egoísta en el trabajo:

Informar sobre el rendimiento del equipo

Un gerente se preocupa por informar los resultados a los miembros del equipo ejecutivo. Al presentar, enfatizan los resultados positivos, pasando por alto los números deficientes en el informe. Cuando se les pregunta sobre el déficit, explican que varios miembros del equipo no cumplieron con sus partes del proyecto. No mencionan su propia participación en el resultado.

Recibir comentarios negativos

Un empleado recibe una evaluación negativa de su supervisor. Comienzan a quejarse de sus compañeros de trabajo. Razonan que si sus colegas los hubieran apoyado más, lo habrían hecho mejor.

Formación y desarrollo

En una capacitación de la empresa, a los participantes se les da un cuestionario para evaluar su comprensión de un tema. Cuando a un participante no le va bien en el cuestionario, se enfada. Racionalizan que si el facilitador hubiera hablado más claramente, habrían obtenido una buena calificación.

Gestión de proyectos

Un afiliado de una gran organización no tiene claro con quién debe hablar para obtener la aprobación de un proyecto. En lugar de hacer un seguimiento, cambian su atención a otro proyecto. Cuando se les pregunta sobre el estado del proyecto, culpan a la falta de comunicación y al deficiente proceso de toma de decisiones de su equipo.

Informes fiscales

Cuando se le preguntó acerca de los recientes despidos de su empresa, un director ejecutivo culpa al “mercado” por sus pérdidas financieras. Más tarde se niegan a reunirse con el director financiero para revisar las estrategias para estabilizar las finanzas de la empresa.

Qué es el sesgo egoísta y 6 consejos para superarlo

El impacto del sesgo egoísta

El sesgo egoísta parece bastante inocente; después de todo, ¿quién no quiere verse bien frente a sus compañeros de trabajo? Irónicamente, a pesar de que caemos en un sesgo egoísta para lucir mejor, en realidad puede dañarnos a largo plazo.

Algunas de las desventajas del sesgo egoísta incluyen:

1. Seguridad psicológica reducida

Cuando otros se involucran en prejuicios egoístas, las personas se sienten menos seguras a su alrededor. Eso significa que es menos probable que hablen, ofrezcan comentarios o hagan cualquier cosa que parezca sacudir el barco. Cuando las personas no se dan cuenta de su propio sesgo egoísta, alimentan el síndrome del impostor, dejándolos temerosos de ser “descubiertos”.

2. Confianza reducida

El sesgo egoísta puede dificultar que los gerentes o compañeros de trabajo obtengan comentarios precisos de sus empleados. Pueden pensar que cualquier cosa negativa que se diga sobre ellos es solo una expresión de interés propio en lugar de una preocupación viable. Un informe en el Journal of Business Ethics explica que El sesgo egoísta puede alimentar un comportamiento poco ético. Incluso puede causar que los empleados se amotinen.

3. Aprendizaje y crecimiento reducidos

El sesgo egoísta puede dificultar que las personas aprendan de sus errores o comentarios. Las personas temen ser juzgadas si admiten sus defectos. Pueden comenzar a enfocarse en tratar de permanecer “bajo el radar”, negándose a correr riesgos o buscar oportunidades de superación personal. Las atribuciones externas de los resultados negativos reducen la necesidad de mejorar. Hace que las personas y los equipos sean menos propensos a reexaminar patrones defectuosos de pensamiento, creencias y estrategias.

4. Menor rendimiento y menor esfuerzo

El sesgo egoísta puede hacer que las personas se esfuercen menos, ya que hay menos responsabilidad por los resultados individuales. Sentir que se le puede culpar por los resultados de otra persona también tiene un impacto perjudicial en las colaboraciones y la cooperación. Este efecto se produce tanto dentro como fuera del lugar de trabajo.

Sesgo egoísta en el trabajo

En el lugar de trabajo, el sesgo egoísta puede llevar a los gerentes a atribuirse el mérito de los éxitos de su equipo. También pueden atribuir los fracasos de su equipo (o sus propias deficiencias) a factores externos. Esto puede conducir a una falta de confianza y respeto por parte de los empleados.

El sesgo egoísta también puede llevar a los empleados a culpar de sus fallas a sus compañeros de trabajo o jefes. Evitan asumir la responsabilidad de sus propios errores. Esto puede crear un ambiente de trabajo tóxico y obstaculizar el crecimiento profesional.

La conexión es fundamental para el éxito en el lugar de trabajo en el mejor de los casos. Pero los trabajadores estadounidenses se encuentran actualmente en medio de una crisis de conexión en el lugar de trabajo. No podemos darnos el lujo de poner más tensión en las relaciones interpersonales entre empleados, gerentes y líderes.

Las distorsiones cognitivas como el sesgo egoísta nos enfrentan a nuestros compañeros de trabajo. Esa falta de confianza nos hace menos propensos a invertir en relaciones en el trabajo. Es menos probable que los eventos positivos se sientan como un logro compartido. Además, atribuir resultados negativos a otros genera una mentalidad de víctima.

Qué es el sesgo egoísta y 6 consejos para superarlo

Cómo identificar el sesgo egoísta

Somos conscientes del impacto nocivo que el egoísmo puede tener en nuestros compañeros de trabajo y equipos, pero es difícil deshacerse de los viejos hábitos. E identificar una forma antigua de procesar información y trabajar es igualmente difícil.

Una de las mejores maneras de realizar un seguimiento de sus tendencias de sesgo egoísta es desarrollar la autoconciencia. Aquí hay algunas maneras de fortalecer su capacidad de mirar hacia adentro:

  • Practica la atención plena con ejercicios de respiración, meditación, yoga o simplemente organizando tu espacio.
  • Use un diario para realizar un seguimiento de la forma en que responde en situaciones y busque patrones en el comportamiento.
  • Recopile comentarios de otros y compárelos con cómo se ve a sí mismo
  • Practica la empatía y ten en cuenta las circunstancias de los demás

Cómo evitar o superar el sesgo egoísta

Entonces, ¿qué podemos hacer para superar esta tendencia, tanto dentro como fuera del trabajo? El primer paso es entender por qué sucede. Si bien es una tendencia común destinada a proteger nuestra autoestima, es más probable que ocurra cuando nos sentimos amenazados.

Como gerente y líder, hay algunos pasos importantes que puede tomar para mejorar la seguridad psicológica en su lugar de trabajo. Aquí hay 6 pasos para ayudarlo a identificar y superar esta tendencia dañina:

1. Crear una cultura de coaching

Un entorno que apoye el desarrollo y el crecimiento personal es clave para reducir el sesgo egoísta. Ya sea a través de programas de coaching entre pares o de coaching profesional a través de BetterUp, el coaching ayuda a romper la conexión entre el desarrollo personal y el fracaso implícito. Las culturas de coaching celebran tanto los éxitos como las oportunidades de aprender de los errores.

2. Desarrollar la autoconciencia

Una de las primeras habilidades a desarrollar en el coaching es la introspección. Esta habilidad es fundamental tanto para la aptitud mental como para el desarrollo personal. Cuando cultivamos la autoconciencia y la autoaceptación, reducimos la amenaza que surge de reconocer nuestros defectos. Mejor aún, nos empoderamos para pedir apoyo para subsanar esas deficiencias.

3. Apunta a desarrollar precisión

Si bien no queremos eludir la responsabilidad por nuestros errores, equivocaciones o deficiencias, tampoco queremos caer en el sesgo modesto. Los malos resultados no siempre son su culpa, y no nunca son su culpa. Los resultados exitosos no siempre se deben a sus esfuerzos, y nunca se deben a sus esfuerzos. Una autoevaluación precisa nos ayuda a lograr el equilibrio entre los dos.

Llevar un diario es un buen ejercicio para desarrollar la autoconciencia y la precisión. Cuando te sorprendas culpando a alguien (incluyéndote a ti mismo), trata de hacer una lista de factores en ambos lados. Escribe lo que podrías haber hecho de manera diferente y luego escribe lo que hiciste bien. Escribe lo que desearías que otros hubieran hecho de manera diferente, y luego lo que hicieron que fue útil. Prestar atención a todas las atribuciones causales, no solo a las que su cerebro está preparado para notar, lo ayudará a adoptar un enfoque más equilibrado.

Qué es el sesgo egoísta y 6 consejos para superarlo

4. Construya una cultura de retroalimentación

Cuando la retroalimentación solo ocurre cuando alguien está “en problemas”, tanto los empleados como los gerentes comenzarán a resistirse a dar retroalimentación. Y, de hecho, cuando la mayoría de la gente piensa en la retroalimentación, asume que será una retroalimentación negativa.

Como líder, trabaje para construir una cultura donde la retroalimentación (positiva, negativa o cualquier término medio) sea la norma. En BetterUp, aceptamos esto a través de dos de nuestros Comportamientos de alto impacto: Trabajar para aprender y Mantenerse al límite. Entendemos que las personas que asumen riesgos creativos en el trabajo solo se sentirán empoderadas para hacerlo cuando sepan que está bien cometer errores.

Considere implementar comentarios en sus reuniones individuales semanales, así como en revisiones periódicas de 360°. Tanto los empleados como los gerentes se benefician de los puntos de contacto regulares y las oportunidades de crecimiento.

5. Enfatice la importancia de la autocompasión

El éxito y el fracaso no tienen por qué ser un juego de suma cero. Si lo tratamos como es, siempre sentiremos la necesidad de protegernos, y siempre tenderemos hacia un sesgo egoísta. Después de todo, es lo único que tiene sentido cuando nuestra autoestima está en riesgo.

Cuando tienes la necesidad de distanciarte de tus errores, es un intento de preservar tu propia imagen y cómo te presentas ante los demás. Con la autocompasión, descubre que necesita depender menos de la automejora. Todavía puede encontrarse con desafíos. Pero si es amable consigo mismo y está abierto a lo que necesita mejorar, se sentirá más en control y menos amenazado.

6. Busca oportunidades para reconocer a los demás

Todo sesgo cognitivo tiene un propósito psicológico. Cuando las personas se involucran en un sesgo egoísta, están tratando de manejar su autopresentación. En otras palabras, se preocupan por lo que los demás piensan de ellos y por lo que ellos piensan de sí mismos. Distanciarse de los malos resultados alivia la disonancia cognitiva y ayuda a protegerse contra la baja autoestima.

Puede apoyarlos (y reducir la necesidad psicológica del sesgo egoísta) con reconocimiento. Cuando su equipo sabe que se apresura a elogiar sus esfuerzos, están más abiertos a recibir comentarios sobre el desarrollo.

Reflexiones finales sobre el sesgo egoísta

Fomente un lugar de trabajo que adopte la retroalimentación como un hecho diario y una parte necesaria del crecimiento. Desarrollar una mentalidad de entrenador puede fomentar ese tipo de entorno y generar confianza dentro de su equipo. Lo más importante es creer que su equipo quiere presentarse, hacer un trabajo significativo y convertirse en la mejor versión de sí mismos que puedan ser. Ayúdalos a llegar allí.

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Preguntas frecuentes sobre el sesgo egoísta y 6 consejos para superarlo

Qué es el sesgo egoísta?

El sesgo egoísta es un concepto psicológico que se refiere a la tendencia de las personas a actuar o tomar decisiones de manera egoísta, buscando prioritariamente su propio beneficio sin considerar los intereses o necesidades de los demás. Esta inclinación puede afectar nuestras relaciones personales, laborales y sociales.

¿Cuáles son las causas del sesgo egoísta?

Existen diversas causas que pueden contribuir al desarrollo del sesgo egoísta. Entre las más comunes se encuentran:

  1. Falta de empatía hacia los demás.
  2. Individualismo excesivo.
  3. Miedo a la escasez o a perder privilegios.

¿Cuáles son las consecuencias del sesgo egoísta?

El sesgo egoísta puede generar diferentes consecuencias negativas tanto a nivel personal como social, entre las cuales destacan:

  1. Conflictos interpersonales.
  2. Falta de cooperación y trabajo en equipo.
  3. Deterioro de relaciones afectivas.
  4. Falta de solidaridad y compromiso social.

¿Cómo superar el sesgo egoísta?

A continuación te presentamos 6 consejos prácticos para superar el sesgo egoísta:

  1. Practica la empatía: Trata de ponerte en el lugar de los demás y entender sus emociones y necesidades.
  2. Promueve la reciprocidad: Fomenta la idea de dar y recibir, buscando equilibrio en las relaciones.
  3. Cultiva la generosidad: Realiza acciones desinteresadas y muestra apoyo hacia los demás sin esperar nada a cambio.
  4. Amplía tu perspectiva: Trata de ver el panorama completo y considerar las consecuencias de tus acciones en el entorno.
  5. Mantén una actitud abierta: Acepta opiniones diferentes y aprende a negociar y ceder cuando sea necesario.
  6. Busca ayuda profesional: Si sientes que tu sesgo egoísta es difícil de controlar, considera acudir a un psicólogo o terapeuta especializado.

Recuerda que superar el sesgo egoísta es un proceso que requiere compromiso y voluntad de cambio. Aplicar estos consejos en tu vida diaria puede ayudarte a desarrollar una mentalidad más altruista y constructiva.

Fuente:

Para obtener más información sobre el sesgo egoísta, puedes visitar la siguiente página de Wikipedia.


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