Evita el agotamiento del cuidador: por qué pedir ayuda es tu arma secreta

¿Eres un cuidador agotado? Descubre cómo evitar el desgaste y mantenerte fuerte con nuestro arma secreta: ¡pedir ayuda! En este artículo te contamos por qué es tan importante y cómo puede mejorar tu bienestar y el de tus seres queridos. ¡No te lo pierdas!

Evita el agotamiento del cuidador: por qué pedir ayuda es tu arma secreta

Trabajar a tiempo completo ya es bastante desafiante, pero para muchos, sus roles de tiempo completo no terminan cuando se retiran. De acuerdo a estadísticas de 2015, más de 43,5 millones de personas en los Estados Unidos fueron responsables de brindar atención no remunerada a un adulto o un niño. ese numero tiene aumentó en casi diez millones en los últimos cinco años.

Con la pandemia de COVID-19 aislando a las personas, causando incertidumbre sobre los centros de atención para adultos y cerrando las escuelas, más personas corren el riesgo de sufrir el agotamiento de los cuidadores que nunca. Y con tantas personas que trabajan como cuidadores no remunerados además de sus trabajos de tiempo completo, es muy probable que su fuerza laboral también esté luchando por encontrar el equilibrio. Conozca qué son el agotamiento del cuidador y la fatiga por compasión, los factores de riesgo, los síntomas y cómo prevenirlo.

¿Qué es un cuidador?

Un cuidador es alguien que es responsable de ayudar a alguien con sus necesidades diarias. El Alianza de cuidadores familiares distingue dos tipos de cuidadores: formales e informales. Los cuidadores formales brindan apoyo en una guardería, centro educativo, médico o de vida asistida. Los cuidadores informales son amigos y familiares que cuidan a sus seres queridos.

Trabajar como cuidador profesional es un trabajo desafiante y emocionalmente estresante. Sin embargo, los cuidadores informales se enfrentan al doble desafío de tener que presentarse tanto a sus seres queridos como a sus trabajos de tiempo completo con responsabilidad e intención.

Tener que manejar los deberes en el trabajo junto con las obligaciones en el hogar deja poco tiempo para el autocuidado y la recuperación. como el Clínica Cleveland señala, “los cuidadores a menudo están tan ocupados cuidando a los demás que tienden a descuidar su propia salud emocional, física y espiritual”.

¿Qué es el agotamiento del cuidador?

El cuidado es inherentemente estresante. Ya sea que sea padre, esté cuidando a un amigo, apoyando a una pareja discapacitada o cuidando a un anciano, no es fácil. Sus mañanas pueden comenzar mucho antes de que registre su entrada, y los deberes en el hogar pueden impedir que se tome un tiempo para usted o que descanse bien por la noche.

Cuando el estrés no se controla, los cuidadores corren el riesgo de agotarse. El agotamiento del cuidador es un estado de agobio que conduce al agotamiento emocional, mental y físico. Los efectos del agotamiento del cuidador son similares a otros tipos de agotamiento y pueden provocar irritabilidad, depresión, enfermedad y resentimiento.

7 síntomas del agotamiento del cuidador

Los síntomas del agotamiento del cuidador son muy similares a los síntomas del estrés. Aquí hay algunas señales de advertencia de que el estrés normal del cuidado se está saliendo de control:

1. Falta de interés por el autocuidado o las actividades de ocio

Cuando las personas se sienten abrumadas o exhaustas, a menudo no tienen tiempo para las actividades que solían disfrutar, o pierden interés en ellas.

2. Irritabilidad, mal genio y frustración

El estrés y el agotamiento pueden robarnos la paciencia y el buen humor. La sensación de estar constantemente de guardia, sin descanso, puede hacernos irritables y fácilmente molestos.

3. Problemas para enfocar o concentrarse

Cuando estás mentalmente exhausto, puede que te resulte difícil mantener tu atención en algo. Esto puede parecer olvido, bajo rendimiento en el trabajo o incapacidad para cumplir con los compromisos.

4. Poca energía, motivación y falta de sueño

El estrés crónico y la preocupación pueden interrumpir nuestro sueño, lo que dificulta la relajación o el descanso por la noche. Esto crea un bucle, ya que una mala noche de descanso inevitablemente te dejará sintiéndote agotado durante el día.

5. Mayor susceptibilidad a la enfermedad

La falta de sueño y el estrés crónico, junto con un cuidado personal inadecuado, lo hacen más susceptible a las enfermedades. Es posible que descubras que de repente te estás resfriando o que una antigua dolencia comienza a recrudecerse.

6. Comportamiento automedicado o escapista

En un esfuerzo por lidiar con el estrés, algunas personas recurren al alcohol, las pastillas para dormir u otras sustancias. También es posible automedicarse de otras maneras, así que esté atento a los mecanismos de afrontamiento llevados al exceso.

7. Pensamientos de hacerse daño a sí mismo o a la persona que está cuidando

No es raro que el agotamiento y la depresión se manifiesten como ira o resentimiento. La frustración y el agobio pueden hacer que te sientas enojado o destructivo. Si este es el caso, abandone el entorno de inmediato y comuníquese con un proveedor de servicios de emergencia.

Evita el agotamiento del cuidador: por qué pedir ayuda es tu arma secreta

¿Qué causa el agotamiento del cuidador?

Cuidar a un ser querido siempre es estresante, pero no todos los padres o cuidadores experimentan agotamiento. Aquí hay algunos factores que agravan el estrés normal en el agotamiento del cuidador:

Falta de apoyo

El factor de riesgo más común para el agotamiento del cuidador es la falta de apoyo. Un cuidador puede sentirse aislado, desconectado de otros amigos y familiares, o como si fuera el único en condiciones de ayudar a su ser querido.

Falta de recursos

El estrés financiero y el aislamiento social pueden dificultar el cuidado. La falta de recursos disponibles puede hacer que los cuidadores sientan que el cuidado informal y no remunerado es su única y mejor opción. Pueden reducir el cuidado personal u otras necesidades para tratar de ahorrar dinero.

Estrés emocional

Las personas que ya tienen problemas de salud mental subyacentes, como ansiedad o depresión, son especialmente susceptibles al agotamiento del cuidador. La incertidumbre y el estrés de ser un cuidador, especialmente para alguien con una enfermedad, pueden diezmar los sistemas de apoyo que de otro modo aislarían contra ese estrés.

Incertidumbre sobre el futuro

Muchos cuidadores se encuentran “atascados” en sus roles en el futuro previsible. Esto les dificulta hacer otros planes o imaginar un respiro del estrés del cuidado. Es posible que les preocupe si la atención que brindan es adecuada o sostenible. Esta incertidumbre puede hacer que los cuidadores sientan una falta de control, no solo sobre los problemas de salud de sus familiares, sino también sobre su propia vida.

¿Qué es la fatiga por compasión?

Cuando lidia con el trauma de otras personas, ya sea a nivel personal o profesional, día tras día, puede comenzar a sentirse agotado, abrumado y mentalmente agotado. Esta experiencia se conoce como fatiga por compasión. Aquellos con fatiga por compasión tienden a sentir siempre que es su responsabilidad ayudar a los demás.

La fatiga por compasión es el resultado de una constante exposición de segunda mano al trauma, el dolor y el sufrimiento. Las personas que trabajan en profesiones de cuidado, como el personal médico y los terapeutas, corren un alto riesgo. Eso se debe a que su trabajo diario consiste en ayudar a las personas a procesar las experiencias dolorosas que las llevaron a buscar ayuda en primer lugar.

Si el ser querido que cuidas está lidiando con una enfermedad particularmente dolorosa o traumática, puedes desarrollar fatiga por compasión. Los síntomas son similares y pueden exacerbar el agotamiento del cuidador.

Evita el agotamiento del cuidador: por qué pedir ayuda es tu arma secreta

5 consejos para sobrellevar y prevenir el agotamiento del cuidador

Si está experimentando el agotamiento del cuidador, lo primero que debe hacer, sin importar cuán difícil o imposible parezca, es alejarse de la situación. Si nadie más está disponible para cuidar a su ser querido, aún debe alejarse, aunque sea solo por unos minutos. Es mucho más difícil manejar una situación estresante mientras todavía estás en medio de ella.

1. Crea un plan de cuidado personal

El cuidado personal no se trata solo de recibir masajes y salir por mimosas. Puede ser cualquier actividad que ayude a reducir su nivel de estrés, y no tiene que llevar mucho tiempo ni ser costosa. Así como crea un plan para cuidar de su familia o de sus responsabilidades en el trabajo, puede planificar cuándo tendrá tiempo para controlarse a sí mismo. Dese un tiempo cada día o cada semana en el que cuidará de su propia salud.

2. Pide ayuda

A muchos de nosotros nos cuesta pedir ayuda, incluso cuando sabemos que la necesitamos. Quienes tenemos responsabilidades de cuidado tendemos a ser modestos a la hora de pedir ayuda, ya que no queremos “despedir” a los demás ni hacer que nadie se sienta como una carga. A veces, estamos demasiado abrumados como para siquiera verbalizar el tipo de ayuda que necesitamos, y parece más fácil abordarlo nosotros mismos.

Incluso si no tiene amigos cercanos o familiares, generalmente hay recursos disponibles para ayudar. Puede comunicarse con un trabajador social u otro profesional para solicitar recursos gratuitos o de bajo costo que puedan estar disponibles. Medicare puede ofrecer fondos para transporte, atención médica domiciliaria y atención diurna para adultos. Para los niños, la mayoría de los estados ofrecen programas extracurriculares y de guardería a bajo costo o de escala variable.

Si ninguna de esas opciones parece factible, hable con sus vecinos y personas de su comunidad. Puede encontrar a alguien que esté dispuesto a intercambiar responsabilidades de cuidado o ayudarlo con otras tareas. Consulte en su comunidad acerca de los grupos de apoyo para cuidadores. Los hogares de ancianos y otras instalaciones para adultos mayores son un excelente lugar para comenzar. Las escuelas y otros padres suelen tener excelentes recursos para los niños.

Además, si la situación está afectando tu bienestar o desempeño en el trabajo, habla con recursos humanos. Es posible que puedan recomendarle recursos, como un programa de asistencia para empleados, que están diseñados para ayudarlo en tiempos difíciles.

3. Maneja lo básico

Estás administrando medicamentos, jugando al chofer y cocinando comidas, pero ¿cuánto de eso haces por ti mismo? Tómese veinte minutos y haga una auditoría de autocuidado. Pregúntate a ti mismo las siguientes preguntas:

  • ¿Cuándo fue la última vez que comiste? ¿Qué tan seguido comes? ¿Son las comidas nutritivas y adecuadas?
  • ¿Cuánta agua estás bebiendo? ¿Con qué frecuencia?
  • ¿Cuándo fue la última vez que vio a un médico? ¿Un terapeuta?
  • ¿Está al día con todos sus medicamentos personales? ¿Vitaminas? ¿Suplementos?
  • ¿Haces ejercicio y sales al aire libre con regularidad?
  • ¿Qué es lo último que hiciste que no estaba relacionado con el trabajo o las responsabilidades familiares?
  • ¿Tiene algún problema de salud, dolencias físicas o quejas por las que ha estado posponiendo ver a un médico?
  • ¿Cuántos días libres tienes a la semana?
  • ¿Cuántas horas por noche duermes?
  • ¿Ha aumentado recientemente su consumo de alcohol o sustancias?

Muchos cuidadores se sienten egoístas, culpables o abrumados cuando piensan en hacer tiempo para sus propias necesidades. Sin embargo, proteger su propio bienestar también protege su capacidad de cuidar a los demás. Si tus necesidades básicas no están cubiertas, ¿qué pasará con las personas que cuidas? Si estuviera en la misma situación, ¿le gustaría que su cuidador estuviera sano o exhausto?

4. Establece límites

Una parte clave de la implementación de su plan de bienestar será establecer nuevos límites. Al principio, es probable que esto se sienta incómodo. Pero los límites son como los hábitos: con el tiempo, pensará menos en ellos y será más fácil hacerlos cumplir.

Ser claro acerca de sus límites comienza con la comprensión de por qué los está aplicando. Sin conectarse con el “por qué”, se sentirá más arbitrario y menos significativo. Por ejemplo, si sabes que tienes que acostarte a las once para despertarte a tiempo para el trabajo, es más fácil apagar la televisión cuando empieza a hacerse tarde.

El autocuidado funciona de la misma manera. Comience a prestar atención a los efectos de un autocuidado deficiente y constante. Por ejemplo, ¿sientes que eres más productivo y estás de mejor humor cuando duermes bien por la noche? ¿Eso tiene un impacto positivo en la forma en que cuida a su familia?

5. Mantén la perspectiva

Las dificultades de la vida tienen una forma de ocupar todo nuestro enfoque. La verdad es que las responsabilidades de cuidado no duran para siempre. Las personas crecen, se recuperan o, a veces, fallecen. Como todos los padres demacrados han escuchado de un amigo bien intencionado: “Disfrútalo mientras dure, ¡crecen tan rápido!”

En esos momentos en los que parece que la vida va a ser así de abrumadora para siempre, trata de centrar tu atención en el momento presente. Recuerde que está cuidando a su ser querido, ya sea adulto o niño, amigo o familia, porque quiere pasar tiempo con él. Su presencia proporciona mucho más que ayuda con las tareas diarias. Les recuerdas que son importantes, amados y creas recuerdos que ambos atesorarán toda la vida.

Cuando las cosas se pongan difíciles, intente, lo mejor que pueda, conectarse con la persona detrás de las necesidades. ¿Qué les gustaba hacer juntos cuando las cosas no eran tan desafiantes? ¿Qué pueden hacer juntos ahora que ambos disfrutarían? Adoptar un enfoque diferente, incluso si es solo mental, puede ayudar a aliviar el estrés del cuidador.

No se puede verter de una taza vacía

Ser un cuidador se trata de apoyar a los demás, pero no es algo que pueda hacer solo. Como dice el dicho, “Se necesita un pueblo”. Si bien el cuidado personal y el establecimiento de límites son importantes, lo mejor que puede hacer para evitar el agotamiento del cuidador es pedir ayuda. No tiene que hacerse cargo de todo usted mismo, y cuando recibe apoyo, está en una mejor posición para ayudar a los demás.

Si es gerente de personas, sepa que una buena cantidad de los miembros de su equipo probablemente estén haciendo malabarismos con las responsabilidades del trabajo y el hogar de manera constante. Pueden sentirse frustrados, abrumados, asustados, tristes y sí, agotados.

Puede apoyarlos aprendiendo a reconocer los signos de agotamiento del cuidador. Si lo ves, habla con ellos sobre cómo pueden crear un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida y cómo puedes ayudar. Hacerles saber que no están solos puede ayudarlos a mantenerse juntos y ayudarlo a mantenerlos a bordo.

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Evita el agotamiento del cuidador: por qué pedir ayuda es tu arma secreta

Evita el agotamiento del cuidador: por qué pedir ayuda es tu arma secreta

Introducción

El papel de cuidador puede ser sumamente desafiante y agotador. La responsabilidad constante de cuidar a un ser querido puede tener un impacto significativo en la salud física y emocional del cuidador. Sin embargo, es importante recordar que pedir ayuda no es una muestra de debilidad, sino una estrategia valiosa para evitar el agotamiento y mantener un bienestar adecuado. En este artículo, responderemos a las preguntas más frecuentes sobre por qué pedir ayuda es tu arma secreta para evitar el agotamiento del cuidador.

1. ¿Por qué es importante pedir ayuda como cuidador?

Es natural querer asumir toda la carga de cuidado por cuenta propia, pero esto puede llevar rápidamente al agotamiento físico y emocional. Pedir ayuda te permite compartir la responsabilidad y beneficiarte del apoyo de otros. La ayuda puede venir en diferentes formas, como asistencia en tareas diarias, cuidado temporal del ser querido o simplemente brindarte un espacio para descansar y recargar energías.

2. ¿Cómo puedo pedir ayuda?

Existen varias formas de pedir ayuda como cuidador. Puedes comunicarte directamente con amigos y familiares para pedir apoyo o buscar servicios comunitarios que ofrezcan programas de apoyo a cuidadores. También puedes investigar sobre grupos de apoyo en tu área o utilizar recursos en línea como foros de discusión y redes sociales para conectarte con otros cuidadores y obtener consejos útiles.

3. ¿No seré visto como incapaz si pido ayuda?

No debes sentirte avergonzado o incapaz por pedir ayuda. Cuidar a alguien de manera constante puede ser agotador y todos necesitamos apoyo en algún momento de nuestras vidas. Reconocer tus propias limitaciones y buscar ayuda demuestra fortaleza y resiliencia. Recuerda que cuidarte a ti mismo también es importante para poder cuidar a tu ser querido de manera efectiva.

4. ¿Qué beneficios puedo obtener al pedir ayuda?

Pedir ayuda como cuidador puede traer una serie de beneficios. Al compartir la carga de cuidado, podrás reducir el estrés y evitar el agotamiento. También te brinda la oportunidad de tener tiempo para ti mismo, lo que te permite mantener tu propia salud y bienestar. Además, al conectarte con otros cuidadores, puedes aprender de sus experiencias y obtener consejos útiles para mejorar tus habilidades de cuidado.

5. ¿Existen recursos adicionales para obtener más información y apoyo?

Sí, existen recursos adicionales disponibles para obtener más información y apoyo como cuidador. Puedes acceder a recursos en línea como el sitio web de Wikipedia para obtener información más detallada sobre el tema. También puedes buscar organizaciones locales que brinden servicios de apoyo a cuidadores y participar en eventos educativos y grupos de apoyo para estar rodeado de personas que entiendan tus desafíos y puedan brindarte orientación.

  1. Es.wikipedia.org – Artículo sobre agotamiento del cuidador: https://es.wikipedia.org/wiki/Agotamiento_del_cuidador

Recuerda, pedir ayuda como cuidador no es una señal de debilidad sino una herramienta poderosa para evitar el agotamiento. No temas alcanzar a otros y siempre recuerda cuidar de ti mismo en el proceso.


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