Qué es la baja tolerancia a la frustración y 3 formas de manejarla

¿Eres de los que se desespera cuando las cosas no salen como esperabas? ¡No te preocupes! En este artículo te explicaremos qué es la baja tolerancia a la frustración y te daremos 3 formas efectivas de manejarla. Descubre cómo superar esos momentos de frustración y lograr una mayor tranquilidad y bienestar emocional. ¡Sigue leyendo!

¿Cómo maneja los contratiempos y los inconvenientes menores cuando surgen?

Si su respuesta es que “no existen los inconvenientes menores”, es posible que tenga poca tolerancia a la frustración. Una baja tolerancia a la frustración, a veces abreviada como LFT, puede hacer que te sientas demasiado sensible y que te pongas nervioso con facilidad.

Pero no es sólo tu personalidad. La tolerancia a la frustración es un componente de las habilidades de regulación emocional. Cuando es bajo, te sientes molesto, enojado o desconcertado por los factores estresantes de la rutina. Cuando la tolerancia a la frustración es alta, puede replantearse rápidamente los contratiempos y los inconvenientes.

Hasta cierto punto, tu tolerancia a la frustración puede sentirse como parte de tu personalidad. Pero es posible desarrollar esta habilidad de regulación emocional, y vale la pena el esfuerzo. Las personas con alta tolerancia a la frustración son más resistentes, tienen mejores relaciones y son más optimistas.

Si te encuentras enfadado todo el tiempo, respira hondo un par de veces y sigue leyendo. Este artículo cubre las raíces de la baja tolerancia a la frustración y cómo fortalecerla.

¿Qué es la baja tolerancia a la frustración?

Desarrollar tolerancia a la frustración comienza con la comprensión de la raíz del problema: la frustración.

Según la rueda de las emociones, la frustración es una emoción relacionada con la ira. Lo experimentamos cuando algo se interpone en nuestro camino. Por lo general, esta frustración solo surge en respuesta a contratiempos importantes: una oportunidad perdida o sentirse estancado de alguna manera importante. Pero para aquellos con poca tolerancia, la frustración se siente imposible de manejar. El umbral de sensibilidad es tan bajo que incluso los factores estresantes “pequeños”, como perder una llamada telefónica o una construcción cercana, están muy por encima de la línea.

Lo que probablemente sucede es que los contratiempos desencadenan una especie de disonancia cognitiva en las personas con baja tolerancia a la frustración. Para enfrentarlo, la persona se siente obligada a actuar. Las molestias físicas y psicológicas son demasiado para manejar.

La baja tolerancia a la frustración puede ser un síntoma de TDAH, trastornos de ansiedad y otras afecciones de salud mental. Los sentimientos de frustración, y los estallidos posteriores, pueden interferir con el bienestar mental.

De dónde proviene la baja tolerancia a la frustración

Se cree que LFT se desarrolla en la infancia. Algunos expertos creen que es el resultado de los estilos de crianza o la exposición a entornos estresantes. También puede ser una respuesta aprendida al estrés crónico y la frustración.

En general, hay tres causas que los psicólogos señalan en la raíz de la baja tolerancia a la frustración:

  • Personalidad: algunas personas parecen tener niveles más bajos de tolerancia a la frustración que otras. Esto puede apoyar la teoría del desarrollo infantil.
  • Salud mental: condiciones como la ansiedad, la depresión y algunas condiciones neurodivergentes pueden disminuir la tolerancia a situaciones estresantes. Por otro lado, desarrollar la aptitud mental puede mejorar la tolerancia.
  • Patrones de pensamiento: aquellos que esperan que las cosas salgan bien pueden tener dificultades con la injusticia percibida o las decepciones.

LFT puede desencadenar un ciclo. Las personas con baja tolerancia a la frustración a menudo tienen un diálogo interno negativo y sienten que la vida es injusta. Cuando surgen frustraciones, reaccionan para evitar sentir el malestar de la disonancia cognitiva. Desafortunadamente, esas reacciones pueden no ser productivas o útiles. Esta propensión a la reactividad puede impedirles desarrollar habilidades para resolver problemas y tomar decisiones.

Qué es la baja tolerancia a la frustración y 3 formas de manejarla

7 signos de baja tolerancia a la frustración

No son solo las situaciones frustrantes las que pueden desencadenar un arrebato. O, mejor dicho, cualquier cosa tiene el potencial de convertirse en una situación frustrante si su tolerancia es lo suficientemente baja. Aquí hay algunos signos de que podría tener LFT:

  • Te irritas o enojas con facilidad cuando las cosas no suceden como quieres.
  • Eres rígido e inflexible con los planes o formas de hacer las cosas.
  • Pierdes la paciencia fácilmente con los demás, e incluso contigo mismo.
  • Estás inquieto, constantemente buscando cosas que hacer.
  • Te cuesta aburrirte o esperar a que sucedan cosas
  • Tiene pensamientos de autolesión como reacción a molestias relativamente pequeñas.
  • Tiene dificultades para perseguir cualquier cosa que no resulte en una gratificación inmediata.

Con práctica, la paciencia puede convertirse en una habilidad aprendida. El coaching puede ayudarlo a desarrollar las habilidades de autoconciencia y regulación emocional que necesita para desarrollar su tolerancia a la frustración. La baja tolerancia a la frustración puede ser un síntoma de varias condiciones de salud mental. Incluso por sí solo, LFT puede tener varios efectos negativos.

Los efectos negativos de la baja tolerancia a la frustración

Si la vida fuera fácil y sin estrés, LFT no sería gran cosa. El hecho es que la vida está llena de todo tipo de factores estresantes, menores o mayores. Nuestra capacidad para responder a ellos determina nuestra resiliencia y, a su vez, nuestra felicidad. La mala tolerancia a la frustración puede resultar en:

  • Aumento de la ansiedad y la depresión.
  • Arremeter contra los demás o arrebatos de ira.
  • volverse retraído
  • Bajo locus de control interno y autoeficacia
  • Participar en mecanismos de afrontamiento poco saludables, como beber en exceso o consumir drogas

Si sus arrebatos o emociones negativas son perjudiciales para usted o para los demás, debe hablar con un profesional de la salud mental. La psicoterapia y las técnicas de reencuadre cognitivo a menudo tienen éxito en el desarrollo de habilidades de regulación emocional.

Qué es la baja tolerancia a la frustración y 3 formas de manejarla

Cómo desarrollar la tolerancia a la frustración

Trabajar con un terapeuta es un excelente primer paso para desarrollar tolerancia a la frustración. Pueden trabajar con una técnica llamada terapia racional emotiva conductual (REBT). REBT fue creado por el psicólogo Albert Ellis en la década de 1950. Te ayuda a desafiar pensamientos contraproducentes o creencias irracionales.

Entre sesiones, aquí hay 3 formas en que puede cambiar su proceso de pensamiento y desarrollar su tolerancia a la frustración:

1. Identificar las causas

¿Qué situaciones o experiencias tienden a desencadenar sus frustraciones? ¿Es cierta situación, persona o experiencia? Una vez que identifique sus causas fundamentales, puede crear un plan para lidiar con estos factores desencadenantes cuando surjan.

2. Practica estar frustrado

Al desarrollar estrategias de tolerancia a la frustración, el objetivo es aumentar su capacidad. No es para reducir la ocurrencia de situaciones frustrantes. Eso significa que debe aumentar gradualmente su exposición a experiencias frustrantes.

Cuando se sienta tranquilo (no ayudará comenzar en una situación de alto riesgo) intente algo ligeramente desafiante. Esto podría ser esperar en la fila, resolver un rompecabezas (intente cuarteto, eso debería funcionar), o armar un mueble. La idea es asumir tareas que lo animen a practicar su paciencia. Le dará la oportunidad de notar su diálogo interno y reformular cualquier pensamiento negativo que surja.

3. Pide ayuda

Finalmente, recuerda que incluso cuando te sientas exasperado, no estás solo. Es muy probable que el mundo realmente no te persiga. Ya sea que le pida a alguien que lo ayude, desahogue o desafíe sus pensamientos con un entrenador, hablar de sus frustraciones es una buena idea.

Si su ira o baja tolerancia a la frustración se interponen en su camino, BetterUp puede ayudarlo. Nuestros entrenadores ayudan a las personas a desarrollar sus habilidades de comunicación y regulación emocional. Aprender a sentarse con sentimientos incómodos y contratiempos menores puede prepararlo para enfrentar desafíos más grandes en el futuro. Es una habilidad que vale la pena esperar.

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Qué es la baja tolerancia a la frustración y 3 formas de manejarla

Qué es la baja tolerancia a la frustración y 3 formas de manejarla

Introducción

La baja tolerancia a la frustración es un problema psicológico que afecta a muchas personas en todo el mundo. Se caracteriza por una dificultad para lidiar con situaciones que no salen como se esperaba, generando una gran insatisfacción y malestar emocional. En este artículo, exploraremos en qué consiste la baja tolerancia a la frustración y proporcionaremos tres formas efectivas de manejarla.

¿Qué es la baja tolerancia a la frustración?

La baja tolerancia a la frustración es una respuesta emocional negativa intensa ante cualquier dificultad o contratiempo. Las personas con baja tolerancia a la frustración suelen perder la paciencia rápidamente y pueden experimentar una sensación de ira, ansiedad o tristeza cuando las cosas no resultan como esperaban.

Esta falta de manejo de la frustración puede tener un impacto significativo en la vida diaria de quienes la experimentan. Puede afectar las relaciones interpersonales, rendimiento académico o laboral, y contribuir al desarrollo de problemas de salud mental, como la depresión o la ansiedad.

Formas de manejar la baja tolerancia a la frustración

  1. Practicar la autocompasión: Una forma efectiva de manejar la baja tolerancia a la frustración es ser compasivo/a con uno mismo/a. Reconocer que todos enfrentamos dificultades y errores en la vida, y que no somos perfectos/as, nos ayuda a aceptar la frustración de manera más saludable. Es importante recordar que cometer errores es parte del proceso de aprendizaje y crecimiento personal.
  2. Desarrollar habilidades de afrontamiento: Aprender técnicas de manejo del estrés y de afrontamiento puede ayudar a controlar las reacciones negativas ante la frustración. Algunas formas efectivas de afrontamiento incluyen la respiración profunda, la meditación, el ejercicio físico y la expresión creativa. Estas actividades pueden ayudar a relajar la mente y el cuerpo, reduciendo la ansiedad y mejorando el estado de ánimo.
  3. Buscar apoyo profesional: Si la baja tolerancia a la frustración se convierte en un problema recurrente y afecta significativamente la calidad de vida, es recomendable buscar apoyo profesional. Un psicólogo o terapeuta especializado en el manejo de la frustración puede ayudar a identificar las causas subyacentes y proporcionar estrategias personalizadas para gestionarla de manera efectiva.

En resumen, la baja tolerancia a la frustración es un desafío que muchas personas enfrentan en su día a día. Sin embargo, existen formas efectivas de manejarla. Practicar la autocompasión, desarrollar habilidades de afrontamiento y buscar apoyo profesional son algunas de las estrategias recomendadas.

Si deseas obtener más información sobre la baja tolerancia a la frustración, puedes consultar el siguiente enlace: es.wikipedia.org


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