El trabajo en equipo es esencial para el éxito de cualquier empresa, pero a veces pueden surgir conversaciones difíciles que nos ponen a prueba. Ya sea que seas un empleado o un gerente, enfrentar estos desafíos de manera efectiva es fundamental. En esta guía, aprenderás cómo abordar esas conversaciones difíciles en el trabajo y lograr resultados positivos para todos. ¡Descubre las mejores prácticas y consejos útiles para mejorar la comunicación y el ambiente laboral!
La mayoría de las personas hacen todo lo posible para evitar conflictos. Incluso cuando una situación es incómoda, puede parecer que el camino de menor resistencia es esperar a que pase la incomodidad.
Sin embargo, evitar las conversaciones difíciles no hace que desaparezcan y tenerlas puede mejorar sustancialmente nuestra vida laboral y familiar.
Muchas personas no se involucran en conversaciones difíciles porque no saben cómo tenerlas.
Muchos de nosotros tememos que tener conversaciones difíciles dañe nuestras relaciones o tenga un impacto negativo en nuestro entorno laboral.
En realidad, evitar estas conversaciones puede generar resentimiento y crear divisiones aún mayores entre las personas.
Aquí hay una guía completa sobre cómo tener conversaciones difíciles en el trabajo, incluidos cinco pasos para ayudarlo a navegar con éxito.
Conversaciones difíciles con los empleados: lo que necesita saber
Contrariamente a la creencia popular, el conflicto no es inherentemente malo.
Las conversaciones difíciles son una parte necesaria para trabajar bien con los demás. Llegar a un acuerdo suele ser el primer paso para crear un mejor entorno de trabajo.
Mientras tanto, evitar conflictos puede causar grandes desavenencias en el lugar de trabajo. Estas conversaciones ignoradas conducen a una menor participación y productividad de los empleados.
Cuando los empleados no se sienten seguros al hablar sobre temas relacionados con el trabajo, se puede crear una cultura tóxica que afecta el éxito comercial.
Aún así, el 40% de las personas piensa que sus gerentes no tendrá conversaciones honestas sobre temas de trabajo. Eso puede hacer que tener conversaciones difíciles parezca aún más intimidante.
Los gerentes deben aprender a tener conversaciones difíciles con los empleados y manejar los conflictos en el trabajo de manera productiva.
Como líder, es importante demostrar la resolución de conflictos tan pronto como identifique un problema.
Pero, no todas las conversaciones conducirán a una solución. Las soluciones son solo un tipo de resolución para situaciones difíciles. Puede idear un plan para encontrar una solución o llegar a un entendimiento mutuo.
Apunta primero a la comprensión. La comprensión es la base de muchas soluciones, por lo que ambas personas en la conversación deben estar en la misma página.
Prepararse con anticipación puede ayudarlo a concentrarse en tener una conversación productiva en lugar de buscar una solución.
Preparándose para la conversación
A menudo, entablamos conversaciones difíciles con el resultado deseado en mente. Cuando un problema te pesa, es normal imaginar una solución sin tener en cuenta a las otras personas involucradas.
Es crucial recordar que este tipo de conversaciones deben ser un diálogo, no un monólogo. La auto-reflexión y la empatía juegan un papel clave en tener una discusión abierta.
Sin una preparación adecuada para la conversación, es posible que una conversación difícil termine en sentimientos heridos. Examina cómo te sientes acerca de la situación antes de tener la conversación, para que tus emociones no te sorprendan.
Reflexionar sobre su papel en el dilema puede ayudarlo a ver cuál es el núcleo del problema. Por ejemplo, un gerente puede reflexionar sobre cómo podría apoyar mejor a un empleado con bajo rendimiento antes de confrontarlo.
Luego, explorar el punto de vista de la otra persona puede ofrecer una nueva perspectiva. Imaginar la perspectiva de la otra persona te ayuda a obtener empatía antes de la conversación.
El 72% de los empleados piensa la empatía impulsa la motivación, por lo que la empatía es imprescindible para los directivos. Además, el 84% de los empleadores dicen que la empatía conduce a mejores resultados comerciales. La empatía en las conversaciones difíciles puede hacer que todo funcione mejor.
Si le preocupa cómo tener una conversación difícil con su jefe, no está solo. 20% de los estadounidenses son incómodo hablar con sus gerentes. Pero prepararse para la conversación puede hacer que el proceso sea un poco más manejable.
Tome una respiración profunda y relájese. ¡Superarás esto!
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5 pasos para tener conversaciones difíciles en el trabajo con éxito
La mayoría de nosotros sabemos por experiencia que cuanto antes tenga conversaciones difíciles, mejor.
Sin embargo, iniciar una conversación difícil puede resultar desalentador. Eso hace que sea fácil posponerlo y esperar que el problema desaparezca por sí solo. De hecho, el 40% de las personas informan que tienen aplazar una conversación durante seis meses o más.
Desafortunadamente, eso generalmente no funciona. Evitar el conflicto a menudo hace que el problema sea más grande. Aprender a manejar bien una conversación desafiante es mucho más efectivo.
Aquí hay cinco pasos que puede seguir para que tener conversaciones difíciles sea más fácil.
1. Considere la situación desde su perspectiva
A menudo, una conversación se siente difícil porque estamos obsesionados con nuestra propia perspectiva. Cuando tenemos una solución en mente, es posible que no estemos abiertos a escuchar otras soluciones o puntos de vista.
Deje a un lado su visión de la situación y mire desde la perspectiva de la otra persona. Imagínese cómo se sienten al tener esta conversación difícil con usted.
Es posible que no entiendas completamente su perspectiva en este momento. Vaya a un lugar donde esté interesado en descubrir lo que está pasando con ellos.
Esto puede ayudarte a tener sentimientos de empatía a lo largo de la conversación.
2. Ten un objetivo en mente, pero sé flexible
Tener una agenda puede hacer que las conversaciones difíciles se sientan unilaterales.
Es importante entrar en la conversación sabiendo cuál es el resultado ideal. Sin embargo, prepárate para comprometerte una vez que tengas una comprensión más profunda de la experiencia de la otra persona.
El objetivo de la conversación es llegar primero a un entendimiento. Si ya tiene su solución en mente, el intercambio no tiene adónde ir.
Entrar en la conversación con la intención de ser flexible puede ayudarlos a ambos a estar de acuerdo más rápido.
3. Trabaja en tus habilidades de escucha
Cuando esperamos que una conversación se desarrolle de cierta manera, podemos ensayarla en nuestras cabezas con anticipación. Si bien eso ayuda a muchas personas a definir su perspectiva, también podría dificultar su escucha.
Escuche atentamente y trate de entender a la persona con la que está hablando. Haga preguntas según sea necesario y preocúpese por sus respuestas. Haga un esfuerzo concertado para no pensar en su respuesta mientras la otra persona está compartiendo.
La escucha activa puede ayudarlo a encontrar puntos en común y llegar a una solución. Trabajar con un entrenador es una excelente manera de desarrollar intencionalmente sus habilidades para escuchar.
4. Cuídate
Las conversaciones difíciles pueden ser emocionalmente agotadoras. Es crucial que te cuides para evitar que una conversación difícil se convierta en una pelea.
Haz un balance de cuándo necesitas un descanso. Salga a tomar aire, beba un poco de agua o pause la conversación y duerma cuando lo necesite. Si siente que su empatía o compasión disminuyen, continúe la conversación más tarde.
Recuerde, no tiene que llegar a una conclusión de inmediato. Tómate el tiempo que necesites para tener una conversación respetuosa e intencional.
5. Lluvia de ideas de soluciones juntos
Incluso si ya tiene un objetivo final en mente, llegar a una solución es un esfuerzo conjunto.
Puede creer que tiene la solución correcta para solucionar un problema, pero puede llegar a una conclusión aún mejor con su interlocutor.
Explore soluciones o aléjese, ambos acordando estar en desacuerdo. Si puede llegar a un acuerdo, cree un plan o una hoja de ruta hacia una solución que funcione para ambos.
Termine la conversación cuando ambos sepan que hicieron todo lo posible para encontrar una solución.
El desarrollo personalizado ayuda a los líderes y sus equipos a prosperar.
Aprende más
Qué hacer después de una conversación difícil
Las conversaciones desafiantes nos afectan, incluso si obtenemos el resultado que esperábamos.
No esperes que todo salga a la perfección simplemente porque tuviste la conversación. Puede haber un largo camino por delante para crear una solución que funcione.
Incluso cuando termina una conversación difícil, aún podemos beneficiarnos de tenerla. Pero, debemos ser intencionales acerca de la autorreflexión y mantener abiertas las líneas de comunicación después del hecho.
Primero, prioriza tu autocuidado. Estas conversaciones no siempre terminan tan bien como esperamos. Tómate un tiempo para calmarte, dar un paseo y reflexionar sobre cualquier sentimiento inesperado que hayas experimentado.
Se necesita coraje para aprender y practicar cómo tener una conversación difícil. Date una palmadita en la espalda por priorizar la comunicación saludable.
A continuación, reflexione sobre la conversación y úsela como una experiencia de crecimiento. Considere lo que hizo bien en la situación y lo que puede hacer mejor en la próxima conversación difícil. Reflexionar sobre su conversación puede expandir su autoconciencia.
Si está aprendiendo a tener conversaciones difíciles con los empleados, explore cómo puede mejorar al ofrecer retroalimentación. Brindar mejores comentarios con mayor frecuencia puede reducir la probabilidad de que necesite tener conversaciones difíciles más adelante.
Si está aprendiendo a tener conversaciones difíciles con su jefe, considere cómo puede ser más abierto con su jefe en el futuro. Puede encontrar un nuevo acceso a la confianza de esta conversación.
Reflexione sobre estas conversaciones con un entrenador de BetterUp para encontrar formas de convertirse en un comunicador más fuerte.
Aprende a tener conversaciones difíciles
Las conversaciones difíciles son parte de mantener buenas relaciones en el trabajo.
Pero cuando no está seguro de cómo tener conversaciones difíciles, incluso la idea de conflicto puede parecer abrumadora. Ahora, está equipado con las herramientas que necesita para administrar con éxito conversaciones significativas.
Los grandes líderes son expertos en tener conversaciones difíciles. Desarrollar sus habilidades de conversación puede hacer que navegar por los conflictos en el lugar de trabajo sea mucho más fácil.
Un entrenador de BetterUp puede ayudarlo a perfeccionar sus habilidades de conversación, para que siempre esté listo para tener las conversaciones que necesita tener.
Comience a trabajar con un entrenador de BetterUp hoy para crear un ambiente de trabajo más tranquilo.
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Conversaciones difíciles en el trabajo: una guía para empleados y gerentes
Preguntas más frecuentes
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¿Qué son las conversaciones difíciles en el trabajo?
Las conversaciones difíciles en el trabajo son aquellas que implican abordar temas sensibles o conflictivos con compañeros de trabajo o superiores jerárquicos. Pueden ser conversaciones relacionadas con el desempeño laboral, conflictos personales, retroalimentación constructiva o situaciones incómodas. -
¿Por qué son importantes las conversaciones difíciles?
Estas conversaciones son fundamentales para mantener un ambiente de trabajo saludable y productivo. Permiten resolver conflictos, mejorar la comunicación, establecer expectativas claras y promover el crecimiento profesional y personal de todos los involucrados. -
¿Cómo debo prepararme para una conversación difícil?
Para prepararte adecuadamente, es importante identificar claramente el objetivo de la conversación, recopilar información relevante, practicar lo que vas a decir y asegurarte de estar en un entorno adecuado y respetuoso para llevarla a cabo. -
¿Cuáles son algunas estrategias para manejar conversaciones difíciles?
Algunas estrategias efectivas incluyen escuchar activamente a la otra persona, mantener la calma y la serenidad, utilizar un lenguaje claro y respetuoso, buscar soluciones colaborativas y mostrar empatía hacia el otro individuo. -
¿Qué hacer si la conversación se vuelve tensa o conflictiva?
Si la conversación se vuelve tensa, es importante mantener la compostura y evitar caer en provocaciones. Puedes intentar cambiar el enfoque de la conversación, ofrecer un descanso para enfriar los ánimos o buscar la mediación de un tercero neutral si es necesario.
Para obtener más información sobre este tema, puedes visitar el siguiente enlace a Wikipedia para acceder a una guía completa sobre las conversaciones difíciles en el trabajo.